Todo sigue igual, un día mas un día menos.

Ayer fue un día algo emotivo pues muchos recibimos la visita de familiares y pudimos pasar la tarde juntos, aunque no todos pudieron disfrutar de ese privilegio. Aunque cuando llego la hora de despedirse todo fue un poco triste, volvíamos al vestuario-dormitorio y la tristeza hizo presencia una vez más. Llovía a mares y nuestra preocupación por las goteras en todos sitios nos hizo que alguno no pudiese dormir con tranquilidad, hacía bastante frío, al menos aquí pues no son las mejores condiciones para el tiempo que hace. Hoy nos hemos levantado un día mas sin saber que será de nuestro futuro, siguen sin llegar soluciones y nosotros seguimos con la esperanza al menos de vender papeletas y llegar a un pico para alcanzar la nómina. Andrés el del bombo es un maquina, no solo como persona, sino por como vende el tío papeletas y nos apoya, a poco que la gente hiciese solo un poco como el, saldríamos todos rápidamente de aquí.